Radiografía de los jóvenes navarros: «No conseguiré tener un sueldo que me permita independizarme»

Los estudiantes navarros ven «complicado» firmar un contrato laboral que les permita acceder a una vivienda propia en los próximos años. Entre sus preocupaciones también están la situación económica y política del país, la salud mental y la inversión en investigación. Proyecto 21 está elaborando la Estrategia Foral de Juventud 2025-2028 en un proceso participativo con la juventud navarra.

 Jóvenes navarros
Íñigo Irurzun De la Fuente, Amagoia Asurmendi y Martín Collado, estudiantes de Ingeniería Industrial; Aider Del Carmen y Lucas Bustince, de 20 años, estudiantes de Ingeniería Informática; José Antonio Cepero García, de 25 años, investigador de doctorado en la UPNA; Germán Gómez Fernández, de 27 años, investigador de doctorado en la UPNA; Daniel Onofrei, de 18 años, estudiante de Administración y Dirección de Empresas en la UPNA; Idoia Ortega Bravo, de 22 años, estudiante de Ciencias en la UPNA y Martín Saldise Ezquieta, de 30 años, investigador de doctorado en la UPNA. JESÚS CASO
  • Ikomar Oteiza Pierola. DIARIO DE NAVARRA. 03/01/2025
El Instituto Navarro de Juventud clasifica a las edades comprendidas de los 14 hasta los 30 años como población joven, habiendo un total de 124.732 jóvenes en 2023. Algunos siguen estudiando y otros ya han terminado su etapa universitaria. En cambio, la gran mayoría encamina su vida hacia un futuro “incierto”. La vivienda, el trabajo y la salud mental son los pilares que más preocupan a los jóvenes navarros, intranquilizando a la gran mayoría el “no poder conseguir un contrato laboral lo suficientemente bueno como para tener un salario con el que poder pagar la entrada a una vivienda”.
Antes de las vacaciones de Navidad, los universitarios navarros recorrían los edificios de la Universidad Pública, tachando de la lista varios exámenes antes de marcharse. Algunos recorrían el campus en grupo, otros paseaban solos, y aunque la mayoría de sus conversaciones abarcasen las preguntas del examen que acababan de terminar, o repasasen el temario que habían estudiado para la prueba a la que se enfrentaban, sus preocupaciones a largo plazo son mayores: “Tener un contrato con buenas condiciones, dejar de vivir en casa de los padres, reducir los diagnósticos de salud mental y darle una mayor importancia, poder seguir investigando y recibir ayuda para hacerlo, salir fuera de España, o volver años después”.
CONTRATOS LABORALES

Según el Diagnóstico de la población joven navarra 2024, publicado por el Instituto Navarro de la juventud, las dos crisis ocurridas en este siglo (la financiera y la de la covid 19) fueron las causantes de que el desempleo juvenil en Navarra aumentase considerablemente, así como la brecha con respecto al total de la población. En 2007 la tasa de desempleo en gente joven era del 6,5%, afectando a 4.310 personas. Sin embargo, aumentó en 2013 alcanzando un 36,5% (12.436 jóvenes en paro), casi tres veces más que antes de la crisis. Desde entonces, el número de jóvenes parados ha disminuido gradualmente en la comunidad, más que en el resto de España, donde la tasa de desempleo juvenil en 2023 era del 21,2%.

Íñigo Irurzun De la Fuente, Amagoia Asurmendi Vázquez y Martín Collado, todos de 22 años y estudiantes de Ingeniería Industrial, charlaban sobre el futuro al terminar el último examen antes de las vacaciones de Navidad. Todos sabían que querían “vivir en Pamplona”, aunque no les importaría “salir fuera de España unos años”. También coincidían en que al haber estudiado Ingeniería Industrial, no les faltará trabajo en el futuro, el problema serían “las condiciones de este”. “Tenemos facilidades al salir de la carrera, el Colegio de Ingenieros te ayuda a encontrar trabajo y la UPNA cuenta con su propia Bolsa de Empleo”, citaba Collado. “El problema son las condiciones del contrato”, afirmaban los tres. “Lo difícil es conseguir firmar un contrato que esté bien remunerado como para poder ahorrar y acceder a una vivienda propia”, expresaba Asurmendi.
Los amigos Aider Del Carmen y Lucas Bustince, ambos de 20 años y estudiantes de Ingeniería Informática, se adentraban en la facultad para hacer su último examen. Los dos imaginaban el fin de su etapa universitaria, aunque por caminos separados. Del Carmen lo tenía claro: “Me gustaría dedicarme a la Inteligencia Artificial, espero que entonces haya bastante trabajo”. Bustince no estaba tan seguro. “Yo creo que tiraré más por software, porque sé que hay trabajo”, expresaba poco convencido.
INVERSIÓN EN INVESTIGACIÓN
Mientras tanto en un descanso de la biblioteca se encontraban los tres compañeros José Antonio Cepero García, Martín Saldise Ezquieta y Germán Gómez Fernández, de 25, 30 y 27 años respectivamente, todos ellos estudiantes investigadores de doctorado en la UPNA. Germán Gómez quiso reconocer que para él “la incorporación de doctores al mundo laboral es realmente compleja”, explicando que “particularmente en Navarra y España es complicado seguir investigando”. “Los salarios son precarios en comparación con otros sectores, considerando la cantidad de tiempo que invertimos en educarnos. Eso dificulta también el acceso a la vivienda”, citó. “Muchos compañeros que llevan años trabajando como investigadores no pueden pagar un piso de alquiler y mucho menos comprar una vivienda propia. Por eso yo he elegido otras alternativas distintas al trabajo como doctor en mi vida laboral, convirtiendo el doctorado en una vocación más allá de un trabajo”, añadió.
El Gobierno de Navarra ha aprobado este año una inversión de 16,5 millones de euros para impulsar proyectos colaborativos en investigación e innovación. Este dinero se distribuirá entre 2025, 2026 y 2027, y está destinado a entidades públicas y privadas que forman parte del Sistema Navarro de I+D+i. A Martín Saldise le gustaría “seguir un tiempo más como investigador en la UPNA”. Al ver que su contrato finaliza en breves, le preocupa afrontar “un futuro laboral incierto”. “En mi sector se tira mucho de contratos temporales ligados a presupuestos, un modelo algo precario”, expresó.
Apostando por un contrato de cuatro años como investigador de doctorado en Navarra, José Antonio Cepero se acaba de mudar desde un pueblo de Sevilla a más de 900 kilómetros de su casa. “Lo que más me preocupa es el precio del alquiler aquí, me ha costado muchísimo encontrar una vivienda accesible en Pamplona”, apuntaba reconociendo que en su lugar de origen el precio de los alquileres es “algo inferior”. Además, relacionaba el aumento de precios del alquiler con el de otros sectores: “La subida de precios está afectando a todo; a la comida, a la vivienda, al transporte”, añadía.
IDIOMAS COMO REQUISITO
Daniel Onofrei, de 18 años, salía de uno de los exámenes de Administración y Dirección de Empresas. Vive en Cizur, por lo que también le gustaría poder independizarse cuanto antes, acercándose al centro de Pamplona. “Me preocupa no poder hacerlo por la situación económica por la que está pasando el país”, citaba. Añadió que le gustaría “ir de Erasmus a algún lugar nórdico e incluso vivir en otro país para poder aprender otro idioma”, uno de los requisitos principales para encontrar trabajo en la mayoría de empresas actualmente. “El mercado laboral está complicado, he estado trabajando este verano y los sueldos no favorecen el poder independizarse”, quiso apuntar.
Además, en los últimos 10 años ha aumentado el porcentaje de jóvenes navarros que residen en el extranjero, alcanzando el 6,64% en 2022. Este fenómeno se debe principalmente a la búsqueda de oportunidades laborales fuera de España y a la mayor formación y herramientas disponibles para esta población. Sin embargo, desde 2017, el número ha disminuido, un aspecto positivo, según el Diagnóstico de la población joven navarra 2024.
IMPORTANCIA A LA SALUD MENTAL
El objetivo de Idoia Ortega Bravo, de 22 años y estudiante de Ciencias en la UPNA, es impartir en un instituto alguna materia de las que se está formando. “Es difícil encontrar un trabajo estable, por lo que también lo es acceder a una vivienda, va unido”, apuntaba. Un aspecto que también le preocupa y considera “mejorable” es “la manera de tratar la salud mental”. “Lo he pasado mal con la ansiedad”, apuntó insistiendo en que “se le debería de dar una mayor importancia”.
Según el informe de Juventud y cuidados Navarra 2024, del Instituto Navarro de Juventud, los jóvenes navarros son cada vez más conscientes de la importancia de la salud mental y el bienestar emocional. El 27,5% se siente “muy preocupado”, el 43,3% “bastante preocupado” y el 15,2% “algo preocupado” por la salud mental. Aunque esta inquietud es mayor entre las mujeres, quienes también muestran un mayor grado de autocuidado. Además, el 10,2% de los jóvenes experimenta ansiedad a diario, siendo más frecuente entre las chicas (14,5%) que entre los chicos (6,2%). “Es el Estado el le debería de dar la importancia que merece a un tema primordial como este”, expresó la joven. Que terminó lanzando un mensaje: “Los jóvenes debemos formarnos, manifestarnos y poner de nuestra parte para conseguir cambios en el país, no mirar hacia otro lado”.
Fuente: Diario de Navarra (Edición digital del 03/01/2025)

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