Siete de cada 10 jóvenes que trabajan siguen viviendo con sus padres: emanciparse supondría el 108% de su salario

«Habrá que esperar un poco más». Es lo que se dicen muchos jóvenes cuando, esperanzados, entran en cualquier portal inmobiliario y se dan de bruces con la realidad. Muchos de ellos, aun con un trabajo fijo y acumulando ya varios años cotizados a sus espaldas, ven cómo la posibilidad de emanciparse se diluye entre cientos de anuncios con alquileres que rondan los mil euros e hipotecas para las que se piden entradas inasumibles. El precio de la vivienda sigue subiendo, y el poder adquisitivo de los jóvenes se queda cada vez más atrás.

Siete de cada diez españoles entre 16 y 29 años que tienen un empleo siguen viviendo en casa de sus padres, según revelan los datos publicados por el Consejo de la Juventud (CJE) en su Observatorio de Emancipación, relativos al segundo semestre de 2023. Así, no es hasta los 30,4 años cuando, de media, los jóvenes consiguen emanciparse, una cifra que supera en cuatro años a la media europea y que bate un nuevo récord histórico –el año anterior se situó en 30,3-.

La tasa de emancipación en España cerró el año 2023 en el 17%, esto es, solo 17 de cada 100 personas entre 16 y 29 años residen fuera del hogar familiar. La proporción es un punto superior a la del año anterior, pero sigue muy lejos de la cifra del continente, que es casi el doble -32%-. Además, si se echa la vista atrás, la distancia respecto a la tasa de emancipación que registraban las generaciones jóvenes españolas antes de la crisis de 2008 es también notable, pues entonces un cuarto de ellos se independizaba antes de los 30.

El porcentaje de personas entre 16 y 29 años que han abandonado el hogar familiar varía entre comunidades -del 21% en Cataluña al 14% en Extremadura- y, en cinco regiones -Illes Balears, Extremadura, Región de Murcia, Navarra y La Rioja-, en 2023 había una menor proporción de jóvenes emancipados que un año antes. Las diferencias también son acentuadas por género: el 20% de las mujeres menores de 30 años está independizada, mientras entre los hombres son solo el 14%.

Independizarse requiere el 108% del sueldo

En España, el salario mediano de un trabajador entre 16 y 29 años es de 1.050,77 euros en 12 pagas, según cifras del Consejo de la Juventud. El alquiler mediano se sitúa en 968 euros al mes -el más caro de la historia-, a lo que hay que sumar el coste de los suministros, que rondan los 163,61 euros por cada periodo de 30 días. En suma: 1.131,61 euros de gastos, 1.050,77 de ingresos. El coste de independizarse equivale al 108% del salario mediano que perciben los jóvenes y, así, no salen las cuentas.

Desde el año 2008, el sueldo de las personas entre 16 y 29 años ha subido un 6%, pero el precio de alquilar una vivienda se ha disparado un 41%. En 2023, el coste de arrendar un piso subió 2,5 veces más que los salarios de los jóvenes. Incluso si optaran por alquilar solo una habitación, esta supondría el 36% de su sueldo. Y, aunque el precio de compra de la vivienda sí ha caído notablemente desde 2008 -ahora cuesta un 12% menos que entonces-, la cifra que se pide en concepto de entrada es tan elevada que equivale al sueldo íntegro de un joven durante 4,4 años. Tendrían que estar 4,4 años sin gastar ni un euro para poder empezar a pagar un inmueble.

De esta forma, tres de cada 10 españoles entre 16 y 29 años se encuentra actualmente en riesgo de pobreza. Y lo que es más alarmante: entre los jóvenes que están trabajando, esta tasa se mantiene en el 23%. «Que una persona joven viva fuera del domicilio familiar no siempre significa que tenga unas buenas condiciones», ha denunciado la presidenta del Consejo de la Juventud, Andrea Henry. «Es responsabilidad de las administraciones públicas dar una solución a la situación precaria de las personas jóvenes que nos vemos obligadas a sobreendeudarnos».

Fuente: EL MUNDO. Edición Digital. 12.08.2024